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ENTENDIENDO EL PERFIL SENSORIAL DESDE TERAPIA OCUPACIONAL

Desde Terapia Ocupacional trabajamos para conseguir la máxima funcionalidad e independencia de los más pequeños, mediante sus actividades más significativas, en este caso el juego.

A través de esta ocupación se fomentan, trabajan y refuerzan los objetivos necesarios para favorecer y mejorar su regulación y autonomía en todas las áreas de la vida diaria, con ayuda de la familia y el equipo docente, buscando generalizar el aprendizaje en todos sus contextos.

Ahora bien, ¿En qué consiste la intervención desde la Integración Sensorial?

Se trata de un entrenamiento neuronal donde se busca la maduración del sistema nervioso central, para conseguir fortalecer las bases del neurodesarrollo: atención, control del movimiento, juego funcional, lectoescritura, autonomía de las AVDS… mediante la exposición progresiva y controlada de estimulación sensorial, se busca que se dé un correcto registro y por tanto una respuesta adaptada, siempre con actividades lúdicas y sensoriomotoras.

Es prioritario aumentar y fomentar el interés para conseguir una participación activa en la intervención terapéutica. Por otro lado se ajusta el desafío, haciendo gradualmente más complicado el proceso, a través de la repetición, el sistema nervioso responderá de una manera organizada.

Cabe destacar que, todos tenemos un perfil sensorial diferente; a algunas personas les gusta más el movimiento que a otras, somos más o menos sensibles a la luz, a los sonidos… pero, el problema viene cuando no podemos dar respuestas adaptativas a nuestro entorno por esa interferencia sensorial. Es en esos casos cuando nos planteamos que hay una disfunción en el procesamiento sensorial, y desde Terapia Ocupacional podemos, tras una evaluación de cada caso en concreto, intervenir en esas dificultades de Integración Sensorial.

 

Adaptación pirámide del desarrollo, Lázaro y Berruezo 2009

En cuanto a los sentidos, es importante destacar los siguientes:

  • Propioceptivo: posición y movimiento, saber en qué posición estamos y localizar cada parte de nuestro cuerpo (esquema corporal), nos permite realizar movimientos coordinados, organización, planificación y ejecución motriz.
  • Vestibular: gravedad, movimiento de la cabeza y equilibrio, necesario para detectar cambios en la velocidad y dirección del movimiento, estabilizar el campo visual, estabilizar nuestra postura corporal y establecer la orientación sobre la gravedad.
  • Interoceptivo: estado interno de nuestro cuerpo, saber cuándo tenemos hambre, sed, calor, frío, dolor, sueño, ganas de ir al baño, estados emocionales…

Ahora bien, hablamos de hipersensibilidad cuando la respuesta a las sensaciones es exagerada; el canal sensorial está demasiado abierto y por ello al cerebro entra demasiada estimulación. Por el contrario, cuando los sentidos no detectan suficientemente las sensaciones nos referimos a hiposensibilidad. En ambos casos se dan una serie de conductas características no adaptativas que podrían indicarnos que hay una alteración en la modulación de las sensaciones.

Como hemos expuesto anteriormente, cada uno de nosotros tiene un perfil sensorial, donde el umbral neurológico es la clave.

Podemos imaginarnos el umbral neurológico como si tuviéramos un muro y quisiéramos mirar qué hay al otro lado de él. Si tenemos un muro bajo, podremos mirar, e incluso saltar fácilmente. Esto ocurre parecido en las personas con un umbral neurológico bajo, su sistema nervioso central se activa fácilmente ante estímulos sensoriales concretos.

En cambio, si el muro es alto, nos costará subir por él para poder asomarnos. En las personas con un umbral de activación alto, los estímulos tienen que ser muy potentes para poder llegar a procesarlos.

Respecto a las conductas de autorregulación, pueden darse, o no. Hay personas que actúan para contrarrestar ese umbral neurológico, por ejemplo, evadiendo lugares muy ruidosos o tapándose los oídos ante sonidos molestos para ellos (perfil evitativo), también moviéndose mucho o agitando objetos en los casos de falta de estimulación (perfil buscador). De lo contrario, podemos encontrar personas que no actúan de ninguna manera para contrarrestar ese efecto ante su forma de procesamiento sensorial, es decir, parecen muy “desconectados” del entorno (perfil espectador), o se someten a estímulos muy molestos para ellos porque no tienen una estrategia para evadirlos (perfil sensitivo).

 

Solicita aqui el documento que hemos elaborado sobre «La interpretación de comportamientos y la guía de juego en TEA».

 

 

 

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